Un Emocionante viaje
Les quiero contar acerca de mi viaje durante el 10, 11 y 12 de
noviembre del 2012, en el cual visite lugares como Buenaventura, San Cipriano,
Buga y El Lago Calima. Pienso que como conclusión final es que aunque cada uno
de estos lugares transmita algo totalmente diferente la experiencia de haberlos
visitado para mí fue asombrosa.
Empezaré contándoles que el bus que nos llevó salió a las 6:20am el
sábado de Pereira, así que por lo tanto tuve que madugar mucho cosa que no me
gusta hacer y que normalmente tampoco hago, este día me levanté a las 4:00am
para estar a tiempo en la Universidad ya supuestamente el bus salía a las
6:00am en punto. Luego de haber arrancado no entiendo para que los buses
pararon en Cerritos siendo que queda saliendo de la ciudad y ahi no se porque
nos quedamos aproximadamente 30 minutos; se me olvidaba mencionarles que eran 4
grupos de estudiantes mas los profesores que iban con nosotros o sea muchas
personas lo que hacia que todo fuera más lento de lo regular.
Despues de que volieramos a la carretera, tenia mucho sueño ya que
como les habia contado no acostumbro madrugar y me quede dormida muy rápido y
mucho tiempo, para cuando me despertaron estábamos llegando a un parador de
carretera llamado Urisan en el corregimiento la Uribe Valle, allí la mayoría de
personas desayunaron, cuando terminaron , el guía del viaje Don Edgar, se
presentó ante nosotros y nos explicó como iba a ser el viaje, cuáles iban a ser
las paradas y qué paisajes íbamos a poder observar a lo largo de la carretera,
entre otras cosas.
Inmediatamente el acabó de hablar retomamos camino, nos tardamos
unos 20 minutos mas o menos en llegar al Lago Calima al que no entramos como
tal pero igual tuvimos la oportunidad de fotografiarlo y disfrutar del hermoso
paisaje; resulta que en este lugar ventea mucho, tanto asi que mientras bajaba
corriendo una pequeña colina para mirar el
lago más de cerca, la fuerza del viento me hacia perder un poco el
equilibrio.
A continuacion emprendimos camino nuevemente y no paramos hasta
llegar a Buenaventura, bueno si paramos un momento pero fue por que había retén
y pararon al otro bus y ya que teníamos que llegar juntos tuvimos que
esperarlos como quince minutos pero no fue más que eso; les contaría un poco
sobre lo que se ve de camino, pero nuevamente me quedé dormida, pues yo suelo
dormir mucho, (como ya se podrán haber dado cuenta) y no se por qué cuando
viajo me da más sueño aún. Bueno por lo menos, para cuando llegamos
Buenaventura, ya había despertado y les contaré que, de camino al muelle vimos
parte de la ciudad, y debo decir que ciertas cosas que se alcanzan a aprecian
te dejan un poco triste ya que se hacen evidentes algunos problemas que sufre
Buenaventura y su localidad, cuando llegamos al muelle caminamos, alrededor de
el, había mucha gente, muchos kioskos y puestos donde vendían de todo, mucha música
y ruido en general, realmente nada muy alejado de lo que esperaba encontrar;
también subí a un faro desde donde se
veía gran parte del muelle y del Pacífico y se veía realmente maravilloso,
luego estuvimos caminado otro rato y algunos compañeros incluso se metieron al
mar, hasta que reunieron a todo el grupo
y vimos unas artesanías, unos dulces, nos dieron a probar “arrechón”, y quienes
quisieron compraron lo que les llamó la atención; yo por mi parte compre unos
dulces para llevarle a mi familia; subimos nuevamente al bus y nos dirijimos a
Córdoba.
Cuando llegamos a Cordoba tuvimos que esperar un momento a una compañera
que como tiene familia en Buenaventura, de camino hacia el muelle se bajó a
saludarlos y como de regreso nos fuimos por una via alterna, ella tuvo que
llegar en mototaxi a Córdoba; después que ella llegara y luego de acomodarnos
en las brujitas pudimos emprender camino hacia San Cipriano, tal viaje demoró unos 15 minutos, inmediatamente
nos fuimos a acomodar en el hotel o en la cabaña, debo aceptar que la llegada
fue un poco impactante ya que yo me imaginaba algo muy diferente a lo que es
San Cipriano, esperaba que fuera más notoria una diferencia en usu forma de
vivir y sus costumbres, esperaba ver menos cosas que utilizamos rutinariamente,
había imaginado que era una comunidad que vivía muy diferente a lo regular y la
realidad no es esa. Aunque obviamente se observan diferencias, no son tantas o
por lo menos no tan notorias. Cuando nos fueron asignadas las habitaciones, nos
dispusimos a almorzar, tengo que decir que esta comida sabía bastante bien. Al
terminar tuvimos un corto tiempo para descansar, conocer y caminar por el
lugar, tomar un baño, en fin para hacer
lo que se nos antojara.
Tiempo después nos reunieron a todos para llevarnos a una charla
en la cual nos resolvieron algunas preguntas y nos contaron varias cosas de la
reserva y la comunidad; al rato decidieron que era mejor terminar de darnos la
charla el día siguiente, o sea el domingo en la mañana, debido a que no se
escuchaba lo que nos estaban diciendo por que empezó a llover muy fuerte, por
lo tanto al momento en que terminó la charla estaba lloviendo y como allá hace
mucho calor unos compañeros y yo nos fuimos mojando por todo el camino de
vuelta al hotel, fue increíblemente refrescante, cuando llegamos al hotel nos
sirvieron una pequeña porción de pollo con salsa, la cual no pude probar puesto
que estaba llena aun y luego quedamos libres el resto de la noche.
Al día siguiente en la mañana, luego del desayuno, terminamos la
charla que habíamos aplazado la noche anterior, nos dividieron en 2 grupos y
cada grupo empezó un sendero. A mi grupo le correspondió el sendero hacia la
cascada “la venteadora”, al caminar como 40 minutos llegamos a la cascada y
estuvimos disfrutando de ella un largo rato y después nos devolvimos para el
hotel, sirvieron el almuerzo, menos mal que en la tarde no se realizó ninguna
actividad ya que me sentía enferma creo que el clima me afectó y tuve que
quedarme en cama toda la tarde y tomarme unas pastillas, solo para escuchar la
segunda charla como a las 5:30pm, cuando ya me sentía mucho mejor y al terminar esta charla, volvimos al hotel y
cenamos arroz con camarones; después de un rato tuvimos una integración hasta
las 12:00 de la noche.
El lunes en la mañana hicimos el otro sendero por el kilometro 28,
por el cual nos llevo Don Edgar y este es
un sendero por el cual solo transporta personas; recorriéndolo tardamos
como dos horas entre ida y vuelta por la vía férrea, en este sendero nos
contaron varias cosas como por ejemplo las repercusiones que tuvo la minería en
el río dagua, cúal es el manejo que se le da a las basuras en San Cipriano, nos
contaron una pequeña parte de la historia del tren por este sitio, hicimos algo
que pensé que iba a ser peor, puesto que nos engañaron, para llevarnos a ver
murciélagos, cuando no era necesario pasar por ahí, porque aparte de todo
inmediatamente cruzamos el puente donde estaban nos devolvimos por el mismo
para seguir la ruta que nos llevaba a dos pequeños charcos que estuvimos
visitando. Al terminar la caminata por este sendero, nos dieron un corto tiempo
para preparar las maletas y volvernos a bañar ya que por lo menos yo me bañaba
cada que realizábamos una actividad ya que el calor se me hacia insoportable,
después almorzamos pescado frito, con arroz ensalada y patacón. e
inmediatamente nos subimos nuevamente a las brujitas para volver a Córdoba, ahí
en Córdoba nos estaban esperando los buses y partimos nuevamente hacia la
carretera, como todos estábamos tan cansados de vuelta todos íbamos dormidos; a
eso de las 7:00 pm del lunes, llegamos a el Municipio de Buga y allí paramos un
rato aproximadamente media hora; donde
pudimos entrar a la iglesia a ver al milagroso y quienes quisieran podían pedir
rezar, también estuvimos caminando por el parque principal, mirando y comprando
las cosas que venden en los diferentes establecimientos de Buga como dulces y
artesanías religiosas.